¿Sientes que “puedes dar más”, pero no sabes cómo explotar tu potencial?

También me sentí así cuando me atreví a hablar en inglés.

De pequeña, sentía que no tenía con quién conversar (si tiendes a la introversión, sabes que hacer amistades puede ser todo un reto), mucho menos en un idioma que no fuese el español. Y para rematar, los adultos de mi familia materna (estadounidenses en su mayoría) fingían demencia cuando les hablaba en español, y mis entonces “primitos”, en serio no me entendían… Y pues eso me obligó a ponerle más atención al estudio de la lengua: fui a una academia y también tuve a mi hermana mayor como tutora (I love you so much, honey!).

Siendo honesta, aprender inglés fue un proceso demasiado estresante… Pero ojo ahí: ¡me iba súper bien en la escuela! Las reglas gramaticales, vocabulario, comprender audios, lecturas y hasta escribir era pan comido. ¿Pero hablar? ¡Ni hablar! El “no puedo” siempre se apoderaba de mi y dejaba todo a medio talle, o simplemente no lo intentaba.

Con el pasar del tiempo, y después de muchos años de frustración, descubrí que no practicar mi expresión oral en inglés no me estaba haciendo ningún bien, ya que no podía comunicar mis ideas con libertad a pesar de “tener un buen nivel” en las demás destrezas. Y cuando decidí ser English Teacher, descubrí que mi caso se repetía en muchos de mis estudiantes: brillantes en escritura y comprensión lectora, pero con terror a la sección de Speaking.

Si has llegado hasta aquí es porque, tal como yo en un punto de mi vida, quieres tomar el toro por los cuernos de una vez por todas y correr “esa última milla extra” para alcanzar tu meta. ¡Y será todo un honor acompañarte en el proceso!